Morir queriendo y otros ojalás

Ojalá un para siempre de tus ojos, esos que siempre buscaron refugio en mi.
Ojalá seguir creyendo en nosotros, a pesar de.
Ojalá pasar página, para seguir leyendo, sin perdices, sin finales.
Ojalá el mismo sin sentido por el que aferrarse a todo, el mismo motivo del primer día, el que nos revolucionó.

Si ya me asomé al avismo de tu espalda y no dude un segundo en lanzarme, por todas tus curvas, grabando cada detalle.
Te quise en plena efeméride, desde las primeras cruzadas,  traspasando cada batalla y llegando a tu centro de refugiados, donde habité.
Si nunca me juzgaste a pesar de tener una rebelión de lunáticos en busca de una hipotética explicación,  que ni yo sería capaz de argumentar con sentido común.

Todo fué tan frenético, todo tan tú.
Tan herida y costura a la vez
Tan salida de emergencia por donde huir de este mundo hipersensible.
Con la sonrisa álgida que me entregaste.
Con el sonido de tu boca gritando un te quiero. A solas, donde nacen las mejores obras.

Éramos imperfectos, pero éramos. Nos prometimos cuidarnos hasta que la soga dejase de apretar.
No importaba lo que dijeran desde fuera, si fuera no tenían ni idea de lo que habíamos levantado con el sudor de nuestra cama.
Y ahora, tan sólo me queda morir queriendo y otros ojalás.


Comentarios