El más puro orgasmo
Imagínate
en mi cuarto, con mi ropa de calle que sabes que tanto me excita cuando la
llevas tú. Pero hoy no me interesa tu ropa, me interesa todo lo que escondes
debajo de ella. Ese paraíso prohibido para cualquiera y que a mí me concedes
con pase vip y barra libre de placer intenso.
Me
acerco a ti, sonriéndote mientras te susurro "déjame hacerte
disfrutar". Es entonces cuando beso tus labios y te tiro a mi cama, esa
cama de la que te quisiera hacer prisionera para que no te fueses nunca. Agarro
tu camiseta y la deslizo por encima de tu cabeza, seguidamente con sólo dos
dedos me deshago de tu sujetador y agarro tus tetas con fuerza mientras deslizo
mi lengua en círculos por tus duros senos, imagínate lo cachondo que me tienes,
necesito ver más y me aproximo a tu entrepierna bajando con mi lengua desde tus
tetas hasta tu cadera pasando por tu ombligo, cojo tu pantalón con ambas manos
y te lo quito para seguidamente escurrir tus bragas por tus piernas y tirarlas
a cualquier parte de la habitación.
Relájate,
estoy al mando de la situación. Me desnudo para estar en igualdad de
condiciones mientras me miras y caen mis calzoncillos al suelo dejando mi polla
al aire para que disfrutes y juegues con ella.
Tócame,
venga tócame, lo estoy deseando, tócame como siempre lo has hecho, con esas
ansias de tenerme, con ese morbo que conocemos y que se despierta al imaginarte
con mi polla dentro y a cuatro en mi cama.
Vuelvo
a poner mi lengua en tu cintura y te vacilo haciendo como que te voy a comer el
coño con ansia, para adentrarme donde muchos deliran pero pocos conocen y
descubro que estás húmeda incluso antes de llegar ahí..
Tus
manos aprietan las sabanas y gimes, tus hormonas se alteran cuando mi lengua
por fin se desliza por esos labios, apretando tu pierna y moviendo mi lengua
por dentro de ti. Se acelera tu respiración y me pones perdido con tus fluidos
pero sigo, me suplicas que pare para que deje de salivar tu coño y empiece a
penetrarlo, no puedes más y me gritas desesperadamente.
Vuelvo
a sonreírte y te susurro "Esta noche eres solo mía y yo mando". Subo
a besarte la comisura de tus labios y me agarras del cuello, me muerdes el
labio inferior y pasas a lamerme el cuello terminando en mi nuez, que la absorbes
mientras tu coño se humedece más todavía.
Te
penetro sin condón, sin importar consecuencias, para que la sientas en su
plenitud, con su forma y su tamaño real y empiezo a moverme lento para que lo
disfrutes y con fuerza para que lo sientas.
Sudamos
por cada poro de la piel mientras me miras y sonríes como una niña. Te subo
encima de mí, te aprieto el muslo con la mano y empiezas a moverte, contra más
te mueves más lo disfruto, abres la boca porque estas al borde del éxtasis y
echas la cabeza para atrás, quieres volverme loco, hacer de animal salvaje y
que yo sea tu presa.
Pero me
niego, yo mandaba ¿lo recuerdas? Asique te agarro del cuello y pongo tu cabeza
contra la almohada, te pongo a cuatro como lo imaginaste desde el primer
momento y sigo penetrándote y empotrándote contra la pared, cogiéndote fuerte
del pelo hasta hacerte daño, con la mente sucia, con el pensamiento retorcido,
saliendo por tu boca las palabras más sucias y obscenas que pudiera imaginar,
me pides que te haga llegar las veces que quiera, que te lo haga sobre la cama,
el sofá, de pie o tumbada, que todos los días de mi vida me vas a pedir más, te
vas a alardear sobre el placer que te da mi miembro erecto y que catalogas de
delicioso cuando te provoca, sólo déjate llevar, follemos con las más putas
vertientes ganas, hasta que a gritos de placer consigues llegar al más puro
orgasmo jamás imaginado.
Es
entonces cuando saco mi polla caliente de tus fluidos y te arrodillas ante
ella, yo también estoy a punto de correrme.
Empiezas
lamiendo mis huevos, tus manos en mis nalgas, dejas tu boca abierta mientras la
follo salvajemente. Tu cabeza se mueve rápido, quieres darme placer con ella
hasta que saque el animal que llevo dentro. Sabes que estoy cachondo y tu
lengua no da tregua en esa guerra, lames despacio mi polla, estoy a punto de
llegar.
Quiero
ponerte perdida y lo consigo.
Sientes
como mi semen corre por tus pechos, es el placer que sale de mi polla, te
muerdes el labio, entre suspiros, tu boca juega por última vez, tu lengua lame
desde abajo, hasta que tu boca provoca mi último suspiro de placer.
Me abrazas y con un suave te quiero quedamos acurrucados entre las sabanas, mirándonos a los ojos sabiendo que nada seriamos el uno sin el otro.
Me abrazas y con un suave te quiero quedamos acurrucados entre las sabanas, mirándonos a los ojos sabiendo que nada seriamos el uno sin el otro.
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